dilluns, 10 de març del 2014

Tan triste, tan débil, tan rota.

¿No te lo esperabas, verdad? Nunca creíste que todo esto podría pasarte. Siempre pensaste lo mismo: ''Oh, no, nunca me pasará tal cosa''. Y sin embargo, mírate, ¿que ves? ¿Sabes lo que veo yo?
Yo veo a una persona que fue feliz durante mucho tiempo. Pero como he dicho, lo fue. Veo a una persona que ha pasado de ser una roca a ser una pluma. Tan débil, tan lenta, tan sola...
Veo una cara muy cansada, con ojeras, con los ojos empapados y inyectados en sangre, pálida. Veo unos ojos que gritan. Gritan el silencio. No se oye, se siente. Y lo que un día pudo ser una sonrisa, ahora es una mueca de desesperación disfrazada de sonrisa.
Tan triste, tan sola, tan débil, tan floja...
Siento el miedo en su mirada perdida.  Miedo al olvido, al silencio, al llanto, a ella misma. Lo único que quiere es dormirse, y no despertar nunca.
¡Vaya!, ¿que feliz parecía esta persona, verdad? Para que veas lo que llega a hacer una sonrisa en un rostro. Es increíble. Es increíble el hecho de que alguien pueda hundirse tanto. Poco a poco esta personita se apaga. Como una vela consumiéndose.
Tan triste, tan débil, tan floja y tan sola. Más que nunca.
Y dicen que tengas cuidado con ella, porque está tan rota, que hasta corta.

Tan triste, tan sola, tan débil, tan rota.


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada