dilluns, 23 de juny del 2014

Perdidos

Hacía tiempo que no me encontraba conmigo misma, perdida, caminando sin destino alguno, vagaba por las calles de mi mente. Buscando, quizás, un sitio. Hasta que me di cuenta, que por mucho que busquemos y creamos encontrar nuestro trono, siempre habrá alguien que lo ocupará antes. Y si, puede que no me queden ganas, porque al fin y al  cabo, me cansé de buscar hace tiempo. He llegado a una conclusión, y es que no tengo trono. Quizás, solo haya uno en toda la corte. Y creo, que nunca nadie podrá permanecer sentado. Porque nunca estamos contentos, siempre buscando más, sin dar importancia a quien nos da su tiempo, que es algo que nunca podrá recuperar, y sí, te lo está dando a ti, y tu, lo estás echando a perder. Somos tan materialistas, que ansiamos en conseguir lo que queremos, y no lo que necesitamos. Perdidos por mierdas pasajeras, dinero, sexo, drogas, fiesta y perder el tiempo. Oh, que bien se nos da. Tenemos un afán extraordinariamente enorme por lo material, perdemos el culo por lo que nos hace sentir superiores, ricos, poderosos. Sin darnos cuenta que, un par de bolsos nuevos, lo último en aparatos electronicos o cualquier moda cara, nunca nos llenará por dentro.
Y así, es como nos pasamos la vida entera, intentando llegar al máximo trono, sin darnos cuenta, que todos bailamos al mismo son, gritamos el mismo lema, y nos damos de hostias y seguimos bajando de rebote, a la vez, y no avanzamos, queriendo ir todos de golpe, dejando el trono más lejos aún.