dimecres, 24 de setembre del 2014

¡no es justo!

Escribo las mierdas que me hacen pensar en tí, me colapsan los huesos como tu hacías con tu mirada. Y no, joder. Quiero volver a escribir sin tu memoria. Sin que el eco de tu voz se refleje en mis versos y tu manera de sonreír se plasme en mi prosa. Porque ya no hay poema sin tu rastro, ni relato sin un recuerdo. Y no vale, estás haciendo trampas. Como cuando decías haber contado hasta cien y no llegabas a cuarenta, y no tapabas del todo tus ojos para saber donde me escondía. Y corrías detrás mío y me agarrabas del vestido, y me tocaba contar a mi otra vez.
           
         - ¡No es justo, Mamá! - me quejaba.

Y tanto que no lo es, querida.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada